Diseñador, escultor y pintor español, su obra ha recorrido los principales centros culturales y artísticos de Francia, Italia, Alemania, Gran Bretaña, España, Estados Unidos... Algunos de sus más famosos diseños pertenecen a logotipos ampliamente conocidos en España: ONCE, Anaya, Paradores, RENFE (Cercanías), teléfono Domo, MAPFRE, Junta de Andalucía, Biblioteca Nacional, Casa de América, etc.
En la entrevista concedida a la revista de diseño MGZ, Alberto Corazón desglosa y comenta lo que ha sido su carrera, haciendo una retrospectiva por sus más celebres diseños. Con el espíritu crítico del que se sabe gran conocedor de la materia, Alberto Corazón expone su opinión sobre cual es el panorama actual del diseño en España, de la incultura que domina el sector, y de la comercialización de la creatividad.
Alberto Corazón, que antes de diseñador fue antropólogo sostiene que ambas facetas le sirven a la hora de crear, ya que "el trabajo de antropólogo es mirar y deducir el comportamiento y los usos de lo que nos rodea: objetos, símbolos...".
A lo largo de su extensa carrera, ha podido ser testigo de los cambios en la historia del diseño español, y de como la llegada de la democracia ayudó considerablemente a mejorar la condiciones de trabajo gracias al espirítu de libertad que invadió todas las áreas artísticas.
Se lamenta, por otra parte, de la banalización del diseño que se ha producido en la actualidad. De como el intrusismo profesional ha provocado la sensación de que el diseño es "cosa de niños". De como la irresponsabilidad se ha hecho común en el oficio.
En definitiva, este prolífico creativo, que prefiere trabajar en un estudio pequeño, pues le permite tener una mayor flexibilidad, nos seguirá brindando muchos años más con sus mágnificas creaciones, que de tan asimiladas que las tenemos, a veces nos pasan desapercibidas.
Alberto Corazón, que antes de diseñador fue antropólogo sostiene que ambas facetas le sirven a la hora de crear, ya que "el trabajo de antropólogo es mirar y deducir el comportamiento y los usos de lo que nos rodea: objetos, símbolos...".
A lo largo de su extensa carrera, ha podido ser testigo de los cambios en la historia del diseño español, y de como la llegada de la democracia ayudó considerablemente a mejorar la condiciones de trabajo gracias al espirítu de libertad que invadió todas las áreas artísticas.
Se lamenta, por otra parte, de la banalización del diseño que se ha producido en la actualidad. De como el intrusismo profesional ha provocado la sensación de que el diseño es "cosa de niños". De como la irresponsabilidad se ha hecho común en el oficio.
En definitiva, este prolífico creativo, que prefiere trabajar en un estudio pequeño, pues le permite tener una mayor flexibilidad, nos seguirá brindando muchos años más con sus mágnificas creaciones, que de tan asimiladas que las tenemos, a veces nos pasan desapercibidas.

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